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Atención Sanitaria

Quienes sufren violencia machista contra las mujeres tienen derecho a atención sanitaria y a un seguimiento de la evolución de su estado de salud físico y mental hasta su recuperación.

Cuando hayan sufrido una agresión sexual reciente (en los últimos 10 días) tendrán derecho a que se recojan y conserven muestras biológicas que puedan servir de pruebas, independientemente de su inicial voluntad de emprender acciones legales.

Debe garantizarse una atención adecuada desde la perspectiva de género y el consentimiento libre e informado de las mujeres para cualquier tratamiento médico, con especial atención a quienes presenten problemas de salud mental o adicciones.

Las mujeres que sufren violencia machista contra las mujeres tienen derecho a la protección de la salud física y mental y a la atención sanitaria, que incluirá la detección de situaciones de violencia y el seguimiento de la evolución de su estado hasta su total restablecimiento, en lo concerniente a la sintomatología o las secuelas derivadas de la violencia sufrida, independientemente de su situación administrativa.

En caso de violencia sexual reciente (hasta 10 días después de haberse producido la agresión) las víctimas tienen derecho, previa autorización judicial, a que personal médico-forense adecuado se persone en los Servicios de Urgencias Hospitalarias para recoger muestras biológicas que puedan servir de pruebas, independientemente de la inicial voluntad de la víctima de emprender acciones legales contra el autor del delito. Está previsto que en aquellos casos en los que no pueda personarse el personal médico-forense, las muestras puedan ser recogidas por el centro sanitario y conservadas para su posterior remisión al Instituto de Medicina Legal.

Se garantizará una atención específica y especializada a las mujeres víctimas de violencia machista, especialmente a aquellas en las que concurra enfermedad mental, trastornos de personalidad y adicciones.

Los servicios de salud mental que se presten a las mujeres víctimas de violencias sexuales serán diseñados con perspectiva de género y garantizarán el consentimiento libre e informado de la mujer para cualquier tratamiento médico. Para ello, se le facilitarán los apoyos que pueda necesitar para ejercer ese derecho, así como para la adopción de decisiones sobre su propia vida.