Impactos de la violencia machista contra las mujeres
La violencia machista contra las mujeres es considerada por la Organización Mundial de la Salud como un grave problema de salud pública, que afecta negativamente a la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres. Tiene consecuencias de largo alcance tanto para las mujeres como para sus hijas e hijos y también, para la sociedad en su conjunto.
Las lesiones físicas pueden incluir, entre otras, cortes, moratones, luxaciones, quemaduras, abortos involuntarios y enfermedades de transmisión sexual. Las secuelas psicológicas se relacionan con la pérdida de autoestima, falta de memoria o problemas de concentración, problemas de sueño o alimentación, ansiedad, fobias, depresión, etc. Las niñas, niños y adolescentes no sólo corren más riesgos de tener problemas de salud también se pueden ver afectados por bajo rendimiento escolar y trastornos de la conducta.
Las mujeres que han sufrido esta violencia padecen muy distintos problemas de salud física y psicológica, pero no solo eso, también disminuye su capacidad para obtener ingresos y participar en la vida pública. La violencia las empobrece y hace también más pobres a sus hijas e hijos.
Es importante tener presente que las niñas, niños y adolescentes que viven en hogares donde está presente la violencia machista contra las mujeres están continuamente expuestos a un modelo de relaciones y de lo que se entiende que “debe ser” un hombre y una mujer basado en la desigualdad altamente peligroso. En cierto modo viven en un mundo donde la violencia es válida para solventar los conflictos, donde los hombres son más importantes que las mujeres y donde las mujeres tienen que obedecer. A largo plazo, existe el riesgo de que repitan con sus parejas la experiencia vivida en la infancia.